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domingo, 18 de julio de 2021

LOS AMANTES DE PONT NEUF de Leos Carax

 


AMOR A LA PIEDRA

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Para todos los que no hemos ido a Cannes, donde el iconoclasta Leos Carax se ha alzado contra pronóstico con el premio a mejor director por el musical “Annette”, puede ser un sucedáneo eficaz zambullirnos en un ejercicio de nostalgia y recuperar su obra maestra “Los Amantes del Pont Neuf”.


Dos parias se enamoran en el mítico puente que da título a la obra, cerrado al público para su restauración y que Alex y Michele (a esos nombres responden los amantes) convierten en su cárcel o jardín de los cerezos. Nada sabemos de los motivos que les han llevado a vivir al raso. Ella pintora ciega, él acróbata que mitiga la rabia con la autolesión. El romance es tan forzado como necesario, a la vez melancólico y hedonista. Hay una extraño amor a la piedra, elemento que Alex intenta trascender en un combate absurdo durante la secuencia de inicio más eficaz jamás planificada. Binoche probablemente de la mejor interpretación de su carrera, pero es la fuerza de las imágenes propuestas por Carax el verdadero protagonista de la función. No es nuevo calificar a Carax de preciosista pero tal vez el que “Los amantes…” sea su propuesta más accesible y parca (no utilizaré el adjetivo austero) ayuda a que el exceso natural del realizador se contrapongan en favor de la historia, pues que al fin y al cabo de contar historias es de lo que se trata, creando un delicado equilibrio.


Aunque hay otros momentos en su cine mucho más orgiásticos (vienen a mi mente “Holly Motors”, “Pola X” o “Mala Sangre” como un tridente imposible) es esta historia del desamparado la que más me ha torturado, tal vez por un interés común de elevar al excluido a estatua de bronce.


Como curiosidad la producción no fue nada barata, es más figura como la más cara del cine galo al tener que reproducir el Pont-Neuf en un lago próximo a Montpeller, lo que da cuenta del compromiso con la cultura del país vecino al entregar a este rara-avis tal cantidad de fondos, tal vez si el 3 de mayo nunca se hubiera producido otro gallo cantaría para nuestra cultura matria (nueva forma de decir “patria” en este esfuerzo por redimir el lenguaje).



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