Páginas

martes, 10 de agosto de 2021

GRAVE (CRUDO) de Julia Ducournau


No es igual uso que abuso, de la misma manera que un creador no tiene que ser un cineasta y viceversa, sin que esto lleve implícito ningún sello de calidad o descrédito. Julia Ducournau la directora de “Grave (Crudo)” (y flamante Palma de Oro en Cannes por Titane) pertenece a la categoría de orfebres, orfebres malditos si es necesario adjetivar.


“Grave (Crudo)” cuenta la historia de Justine una joven que se ha criado en una familia donde todos son vegetarianos y que al ingresar en la facultad de veterinaria es obligada a comer carne como rito iniciático, en ese punto empieza la catarsis o pesadilla según el paladar del comensal. Y hasta aquí contaré pues es una de esas piezas a las que conviene acercarse con el himen intacto, la mente abierta y una buena bolsa para vómitos al lado.


Nos encontramos ante una pieza de tripa, un, una obra de estilo y para muchos una aberración. Con mucho menos auto bombo que otros malditos (léase Von Triers) Ducournau logra ser más efectiva con su ópera prima, clara y directa en su mensaje que sus predecesores hombre, más afilada y aguda a la hora de contarnos el viaje interior de su protagonista. Imágenes portentosas, de una belleza perturbadora que la entronca con esa otra categoría de obras inaugurada por Goya y sus pinturas negras. 


Un retrato de la adolescencia completo a 360º y sin concesiones, onírica, desagradable y realista. No es para "el gran público" pero sí se trata de un bocado de calidad para "un gran público", aquél que sabe degustar la chasquearía y que escupe el caviar.



*****

No hay comentarios:

Publicar un comentario